No cuentan con estudios de eficacia y seguridad para la población pediátrica. Su uso también puede ocasionar convulsiones, taquicardia, disminución de niveles de conciencia.
La vida de los niños menores de dos años podría estar en peligro si sus padres o tutores cometen el error de suministrarles medicamentos para la tos y el resfrío, como pastillas descongestionantes, antihistamínicos, antitusígenos, antigripales, jarabes expectorantes y mucolíticos, pues su uso puede provocar efectos adversos graves para la salud de los pequeños e incluso ocasionarles la muerte, informó la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).
“Estos medicamentos deben ser suministrados a lactantes y pequeños menores de dos años en general pues existe el riesgo de dar una dosis mayor de la requerida podría poner en riesgo su salud y su vida”, advirtió el asesor de la Digemid, Leandro Huayanay Falconí.
El especialista explicó que los medicamentos que se utilizan para calmar la tos y reducir los síntomas del resfrío incluyen en su composición descongestionantes, expectorantes, antihistamínicos y antitusígenos, “que son causantes de una amplia y rara variedad de eventos adversos graves entre los que figuran convulsiones, taquicardia (ritmo cardíaco acelerado), disminución de los niveles de conciencia y, en algunos casos, la muerte”.
Huayanay explicó que por tal razón, la Digemid emitió la alerta Nº 36-2008 -vigente a la fecha- en la que se informa de ello a los profesionales de la salud y la población en general, tomando como referencia un documento emitido por la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, donde se detalla los efectos adversos registrados en menores de dos años.
Encubre enfermedades
El asesor de la Digemid agregó que con esta alerta también se busca que los padres de familia no alteren una adecuada evaluación médica de los síntomas pues, además de los efectos ya señalados, el uso de productos contra la tos y el resfrío pueden encubrir infecciones respiratorias aguda (IRA) como faringitis, amigdalitis, asma y neumonía.
“La tos es una respuesta que refleja a la irritación mecánica, inflamatoria y química del árbol traqueobronquial; la fiebre es un indicador del resfrío pero también de otras enfermedades por lo que los síntomas deben ser evaluados por un médico para que pueda prescribir un adecuado tratamiento al infante. Si los padres suministran medicamentos para la tos y el resfrío a sus pequeños pueden alterar estos síntomas y evitar una adecuada evaluación médica”, enfatizó.
Finalmente, Huayanay recomendó a los padres de familia y tutores a no automedicar a sus pequeños y, en lugar de ello, acudir a un establecimiento de salud para que sean evaluados y reciban un tratamiento apropiado para el restablecimiento de su salud.